Entorno Económico

El Fondo Monetario Internacional ha corregido persistentemente al alza sus proyecciones globales de crecimiento para el 2017 y el 2018, las que hoy se ubican en 3,6% y 3,7%, respectivamente, por lo que la actividad crecería de manera sincronizada y generalizada. Esta mejora en el ciclo permite continuar el retiro de los estímulos monetarios iniciado a fines del 2015 -que trajo tres alzas de tasas durante el año pasado en EE.UU.- durante 2018, lo que, sumado a la reforma tributaria impulsada por el presidente Trump, debería presionar al alza las tasas en el mundo.

En Europa, en tanto, la recuperación de la actividad ha sido muy alentadora, lo que, junto a la contención de los riesgos políticos tras las victorias de Macron en Francia y Merkel en Alemania, han empujado los índices de actividad y confianza a máximos históricos.

El mundo emergente también se presenta auspicioso. El pronóstico de crecimiento de esta región por parte del FMI es de 4,6% para 2017 y 4,9% para 2018 (tras crecer un 4,3% el 2016). En este contexto, destacan el fin de la recesión del 2016 en América Latina, empujada por una mayor actividad en Brasil, y el robusto crecimiento de Asia emergente, impulsado por China e India.

En Chile tuvimos un año bastante ajetreado, caracterizado por una baja actividad arrastrada por una inversión recesiva y un empeoramiento de la calidad crediticia soberana, que provocó una rebaja en nuestra calificación de riesgo por primera vez desde que estamos bajo la lupa de las clasificadoras. Sin embargo, durante el segundo semestre se evidenció una mejor perspectiva de crecimiento por parte de nuestros socios comerciales, el que fue corregido varias veces al alza en los últimos informes de nuestro Banco Central. Esto se tradujo en que el cobre traspasara los US$ 3 la libra, cerrando el 2017 en US$ 3,3 la libra, y se redujera el tipo de cambio a niveles de $ 615, acumulando una caída de un 8% durante el año pasado.

La inflación fue de 2,3% en 2017, cerca del límite inferior del rango de tolerancia del Banco Central. Este dato estuvo fuertemente arrastrado por la baja inflación de los transables, influenciada por la apreciación del peso. Sin embargo, no se esperan reducciones en la tasa de política monetaria (TPM) para el 2018 pues, de acuerdo con el instituto emisor, la actividad para este año se ubicaría en el rango 2,5-3,5%, lo que empujaría a la inflación a la meta y, según las encuestas, llevaría la TPM a 2,75% a fin de año (desde el actual 2,5%).

En marzo de 2018 se da inicio al segundo período presidencial de Sebastián Piñera, quien asume serios desafíos económicos tras un cuatrienio de crecimiento anual de 1,8% promedio, muy por debajo de nuestro producto potencial estimado (de aproximadamente 2,5%). El mandatario tendrá la difícil tarea de lograr consensos para implementar su programa, el que contempla la reintegración del sistema tributario, la instauración de la agenda de productividad, la promoción de una reforma de pensiones, y la convergencia de los ingresos y gastos estructurales para estabilizar la deuda pública.